El Derecho Ambiental es un tema que tiene gran influencia en la actualidad, entre los asuntos que trata de resolver se encuentran: el intento de reducir la contaminación y la posibilidad de lograr conservar el medio ambiente. Mediante este blog trataremos de informar sobre noticias de actualidad, debates... Temas que te harán reflexionar sobre la importancia del medio ambiente en nuestras vidas.

Contaminación marina


Existen pruebas de que los océanos han sufrido a manos del hombre durante miles de años, desde la época romana. Sin embargo, los estudios llevados a cabo recientemente demuestran que la degradación, especialmente en las zonas costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos a medida que han aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y ciudades costeras.



La contaminación es la introducción de contaminantes nocivos que no son habituales en un ecosistema determinado. Algunos de los contaminantes más comunes derivados de la actividad humana son los plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes, hidrocarburos, aguas residuales, plásticos y otros sólidos. Muchos de estos contaminantes se acumulan en las profundidades del océano, donde son ingeridos por pequeños organismos marinos a través de los cuales se introducen en la cadena alimentaria global. Los científicos incluso han descubierto que los medicamentos que ingiere el hombre y que no llegan a ser procesados completamente por su organismo acaban en el pescado que comemos.


Muchos de los contaminantes que encontramos en los océanos son liberados en el medio ambiente mucho antes de llegar a las costas. Los fertilizantes ricos en nitrógeno que utilizan los productores agrícolas en zonas de interior, por ejemplo, acaban en las corrientes, ríos y aguas subterráneas locales, y más tarde se depositan en los estuarios, bahías y deltas. Este exceso de nutrientes puede provocar un crecimiento masivo de algas que consumen el oxígeno del agua, generando zonas en las que no puede haber vida marina o apenas existe. Los científicos han descubierto 400 zonas muertas con estas características por todo el planeta.

Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los océanos desde tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia alimento de mamíferos marinos, peces y aves que los confunden con comida, con consecuencias a menudo desastrosas. Las redes de pesca abandonadas permanecen a la deriva durante años, y muchos peces y mamíferos acaban enredados en ellas. En algunas regiones, las corrientes oceánicas arrastran billones de objetos de plástico en descomposición y otros residuos hasta formar remolinos gigantescos de basura. Uno de ellos, situado en el Pacífico septentrional y conocido como el Gran Parche de Basura del Pacífico, tiene una extensión que según las estimaciones llevadas a cabo duplica la del estado de Texas. A principios de 2010, se descubrió otra gigantesca isla de basura en el océano Atlántico.

El hombre comienza a percatarse de la insostenibilidad de la filosofía de la «dilución». Muchas leyes nacionales y protocolos internacionales prohíben en la actualidad el vertido de sustancias nocivas en los océanos, si bien su aplicación es a menudo incierta. Se están creando santuarios marinos con el fin de mantener ecosistemas marinos prístinos. Asimismo, se están llevando a cabo iniciativas aisladas que han logrado cierto éxito en la restauración de estuarios y bahías.


 
10 cosas que puedes hacer para salvar lo océanos:

1.Reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía.

2.Hacer compras seguras y sostenibles de pescado.
3.Utilice menos productos de plástico.
4.Ayudar a cuidar las playa.
5.No comprar productos que se aprovechan de la Vida Marina4.
6.Amigo del mar.
7.Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger el Mar.
8.Influir un cambio en su comunidad.
9.Viajar por el mar responsablemente.
10.Obtener informacion sobre los oceanos y la vida marina.

Destrucción del hábitat marino
La destrucción del hábitat marino tiene lugar cuando se ponen en peligro de forma significativa o se eliminan las condiciones necesarias para la supervivencia de las plantas y los animales.
La mayoría de las regiones de los océanos del mundo están sufriendo pérdida de hábitat. Pero las zonas costeras, debido a su cercanía a los centros de población humana, padecen este mal de forma desproporcionada, sobre todo debido a las presiones ejercidas por el hombre. La pérdida de hábitat aquí afecta de manera trascendental a la biodiversidad de todo el océano. Estas zonas fundamentales, entre las que se encuentran los estuarios, los pantanos y las marismas, ejercen de terrenos para la reproducción o de «semilleros» para casi todas las especies marinas.
Causas de la pérdida de los hábitat oceánicos
Los seres humanos y la Madre Naturaleza comparten la culpa en la destrucción de los hábitat oceánicos, pero no a partes iguales.
Los huracanes, tifones, tormentas fuertes, tsunamis y otros fenómenos similares han provocado enormes trastornos en los ciclos de vida de las plantas y animales oceánicos, aunque normalmente de forma temporal. Sin embargo, las actividades humanas tienen un efecto significativamente mayor y mucho más duradero.
Los pantanos son dragados y utilizados para alojar construcciones residenciales, industriales y agrícolas. Las ciudades, las fábricas y las explotaciones agrícolas provocan residuos, contaminación y vertidos químicos que pueden causar estragos en los arrecifes, la vegetación marina, las aves y los peces.
Los diques del interior reducen el flujo natural de nutrientes, cortan las rutas migratorias de los peces y frenan los cursos de agua dulce, por lo que aumenta la salinidad de las aguas costeras. La deforestación lejos de la costa crea erosión y hace que se desplacen y se depositen limos en las aguas someras, lo cual puede bloquear la luz del sol que necesitan los arrecifes para desarrollarse.
Las técnicas de pesca destructivas, como la pesca de arrastre y la utilización de dinamita y veneno destruye los hábitat tanto cercanos a las costas, como en mar abierto.
El turismo provoca que millones de navegantes y submarinistas estén en contacto directo con los frágiles ecosistemas de los pantanos y los arrecifes. Los buques portacontenedores y los buques cisterna pueden dañar los hábitat con sus cascos y anclas. Los vertidos de crudo y otras sustancias matan a miles de aves y peces y dejan tras de sí un entorno tóxico que puede perdurar durante años.

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